junio 20, 2011

Proverbios 21:1


Como los repartimientos de las aguas,
Así está el corazón del rey en la mano de Jehová;
A todo lo que quiere lo inclina.
Proverbios 21:1
 Usando una analogía, este proverbios nos da una enseñanza sobre uno de los atributos de Dios: su omnipotencia. Así como un agricultor cava canales de riego y les da la dirección que el quiere para poder regar de acuerdo a su voluntad, de la misma forma, Dios tiene el corazón del rey en su mano y lo inclina para donde El quiere, de acuerdo a su voluntad.

EL PROBLEMA
Muchas veces, aun ya siendo creyentes, nos cuesta trabajo entender este atributo de Dios. Vivimos en tiempos difíciles donde cada vez sobresale mas la injusticia, donde la corrupción y el abuso son el pan diario, y nos preguntamos: ¿Qué pasa con las autoridades?. Como si no conociéramos a Dios, pensamos que la situación ya esta fuera de sus manos.

Pero la Biblia nos enseña que a pesar de cualquier circunstancia, Dios tiene el control de todo, aún de nuestras autoridades. El Apóstol Pablo en la carta a los romanos escribió: Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

En la escritura vemos muchas historias de reyes que ni si quiera eran creyentes, y Dios los uso para obrar de acuerdo a su propósito. Uno de ellos fue Ciro, un rey persa, quien uso Dios para que el pueblo de Israel pudiera ir a reedificar su ciudad (Esd. 1); esto sucedió después de los setenta años del cautiverio babilónico, y en ese momento el pueblo de Israel ya no estaban bajo el imperio de Babilonia sino del imperio Medo persa. ¿Qué fue lo que sucedió?. El libro de Daniel (Cap. 5) nos cuenta que unos años antes el rey babilónico Belsasar hizo un gran banquete profanando los utensilios sagrados que fueron hurtados y llevados a Babilonia y Dios juzgo este acto con su muerte y entregando su reino a Darío de Media.

Así fue como los medos persas conquistaron el imperio babilónico, simplemente Dios se los entrego. Sin duda esta etapa de la historia de Israel, nos confirma lo que dice el proverbio, el corazón de estos tres reyes estaban en la mano de Dios y los inclino para donde El quiso, para disciplinar y para liberar a su pueblo.

LA SOLUCIÓN
Dios es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Nuestro Dios es el mismo por siempre y el sigue obrando por sobre todas las cosas, nosotros como sus Hijos simplemente debemos confiar en El, en su omnipotencia y en su voluntad la cual es buena, agradable y perfecta. Si el día de hoy estas pasando por alguna injusticia o agravio de parte de una autoridad, recuerda que Dios es todopoderoso, y que el corazón de todo hombre esta en su mano y lo inclina para donde El quiere.


Una vez que has depositado tu confianza en Dios, podrás seguir el mandato bíblico de orar por las autoridades, pidiendo que Dios se revele a quienes están en una posición de poder y orando también por situaciones específicas que pudieras estar pasando. 1 Timoteo 2:1-4
- Sergio Rugerio
Twitter: @sergiorugerio