Como
los repartimientos de las aguas,
Así
está el corazón del rey en la mano de Jehová;
A todo
lo que quiere lo inclina.
Proverbios 21:1
EL PROBLEMA
Muchas veces, aun ya siendo creyentes, nos cuesta
trabajo entender este atributo de Dios. Vivimos en tiempos difíciles donde cada
vez sobresale mas la injusticia, donde la corrupción y el abuso son el pan
diario, y nos preguntamos: ¿Qué pasa con las autoridades?. Como si no conociéramos
a Dios, pensamos que la situación ya esta fuera de sus manos.
Pero la Biblia nos enseña que a pesar de cualquier
circunstancia, Dios tiene el control de todo, aún de nuestras autoridades. El
Apóstol Pablo en la carta a los romanos escribió: Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
En la escritura vemos muchas historias de reyes que ni
si quiera eran creyentes, y Dios los uso para obrar de acuerdo a su propósito.
Uno de ellos fue Ciro, un rey persa, quien uso Dios para que el pueblo de
Israel pudiera ir a reedificar su ciudad (Esd. 1); esto sucedió después de los
setenta años del cautiverio babilónico, y en ese momento el pueblo de Israel ya
no estaban bajo el imperio de Babilonia sino del imperio Medo persa. ¿Qué fue
lo que sucedió?. El libro de Daniel (Cap. 5) nos cuenta que unos años antes el
rey babilónico Belsasar hizo un gran banquete profanando los utensilios
sagrados que fueron hurtados y llevados a Babilonia y Dios juzgo este acto con
su muerte y entregando su reino a Darío de Media.
Así fue como los medos persas conquistaron el imperio
babilónico, simplemente Dios se los entrego. Sin duda esta etapa de la historia
de Israel, nos confirma lo que dice el proverbio, el corazón de estos tres
reyes estaban en la mano de Dios y los inclino para donde El quiso, para
disciplinar y para liberar a su pueblo.
LA SOLUCIÓN
Dios es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Nuestro Dios es el mismo por siempre y el sigue obrando por sobre todas las
cosas, nosotros como sus Hijos simplemente debemos confiar en El, en su
omnipotencia y en su voluntad la cual es buena, agradable y perfecta. Si el día
de hoy estas pasando por alguna injusticia o agravio de parte de una autoridad,
recuerda que Dios es todopoderoso, y que el corazón de todo hombre esta en su
mano y lo inclina para donde El quiere.Una vez que has depositado tu confianza en Dios, podrás seguir el mandato bíblico de orar por las autoridades, pidiendo que Dios se revele a quienes están en una posición de poder y orando también por situaciones específicas que pudieras estar pasando. 1 Timoteo 2:1-4
- Sergio Rugerio
Twitter: @sergiorugerio